Ermita de la Vera Cruz Coria del Rio

Ruta Hasekura

Se trata de uno de los edificios de mayor antigüedad de Coria del Río, localizado en el emblemático Cerro de San Juan, que constituye el enclave fundacional de la localidad. El área, declarada Zona Arqueológica, conserva restos desde la Prehistoria, si bien todos los elementos premedievales son de carácter arqueológico, habiendo sido documentados en excavación y no siendo actualmente visibles. La ermita de la Vera Cruz recibe este nombre por la presencia en su interior del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, titular de la hermandad del mismo nombre. Pero también es conocida como “ermita de San Juan Bautista” y “ermita del Cerro”, respondiendo en este último caso a su localización geográfica en la zona topográficamente más elevada de la localidad. El edificio presenta actualmente elementos de diferente cronología, aunque la fase más primitiva conservada puede fecharse durante el último cuarto del s. XV.

Tanto la construcción de esta fase como el comienzo del culto al Cristo de la Vera Cruz y la fundación de la Hermandad de la Vera Cruz se relaciona con la presencia en el Cerro de San Juan de una casa conventual de la Orden Franciscana. El edificio original presenta una traza mudéjar muy sencilla, con una sola nave dividida en cinco tramos por arcos transversales apuntados sobre pilares adosados a los muros laterales. Exteriormente presenta grandes contrafuertes, que aportan solidez a la construcción. Toda la obra se construye en una mezcla de ladrillo y piedra, quedando los muros actualmente blanqueados a la cal. De fecha más tardía probablemente es la espadaña situada en el centro del muro de los pies de la iglesia. Consta de un vano de medio punto destinado a la campana, rematado por una cornisa sobre la cual se disponen tres remates piramidales, coronando el del centro una veleta con cruz de forja. Bajo la espadaña se puede observar un arco de herradura apuntado, resto de la construcción mudéjar. Por su parte, el camarín se fecha en el s. XVIII, y a diferencia del resto del edificio (cubierto con tejado), se cubre con bóveda sobre pechinas. Al interior el acabado es también muy sencillo, destacando la azulejería de las gradas del altar mayor, con una cronología entre los ss. XV / XVII.

El retablo mayor es del siglo XVII y tiene en la parte superior una cruz de Malta, evocando la hipotética relación entre la ermita y la Orden Hospitalaria de San Juan (Orden de Malta), que podría haber dado el nombre primitivo al templo. En la hornacina principal del retablo se encuentra el Cristo de la Vera Cruz. Otras imágenes presentes en la ermita son la Virgen de la Concepción y San Juan Bautista (ambas del s. XX), co-titulares de la Hermandad de la Vera Cruz, así como un Ecce Homo y una imagen de la Virgen del Carmen, ambas del s. XVIII.
Al exterior destaca el enlace con la calle San Juan, que asciende con acusada pendiente desde el centro urbano de Coria del Río. Un pequeño ensanche de la calle a la altura de la ermita genera una placita en la que encontramos un crucero, que junto con el templo y el paisaje circundante generan una imagen de gran belleza.

Leyenda del Cristo de la Vera Cruz. La imagen del Cristo de la Vera Cruz presenta en la tradición oral de Coria del Río una interesante relación con el Nuevo Mundo, reflejo del papel de la localidad como antepuerto de Sevilla durante la Edad Moderna. Siendo el culto a esta imagen parte de los elementos más señeros de la Semana Santa de Coria en la época del paso de la embajada japonesa encabezada por Hasekura Tsunenaga. De acuerdo con el relato legendario, a comienzos del s. XVI un barco tenía previsto partir de Sevilla con un grupo de franciscanos destinados a la evangelización de tierras americanas, incluyendo en su carga tres tallas con la figura de Cristo crucificado. Ante la imposibilidad de zarpar por causas desconocidas que impedían moverse al barco, para aliviar la carga dejaron a un Cristo en Sevilla, pudiendo iniciarse entonces la travesía. Este primer crucificado sería el actual Cristo de la Vera Cruz de Sevilla. El navío se paró de nuevo a la altura de San Juan de Aznalfarache, por lo que se decidió repetir la operación, desembarcando un segundo Crucificado en la Hacienda Valparaíso (actualmente en la iglesia de Porta Coeli de Sevilla). Reiniciada de nuevo la singladura, a la altura de Coria del Río volvió a suceder lo mismo, quedando aquí el tercer Crucificado y pudiendo finalmente retomar su curso el barco.

El Cristo de la Vera Cruz de Coria es una obra fechada en 1500, atribuida a la escuela de Gil de Siloé. Sigue formando parte fundamental de la Semana Santa de Coria del Río, procesionando el Jueves Santo. Es singular la bajada y posterior subida desde la ermita de San Juan hacia las calles del centro de Coria, dado que el importante desnivel ofrece perspectivas de gran habilidad y situaciones de gran recogimiento.