Los Caminos del Rocio"El Vado de Quema"

Los Caminos del Rocío a través del Aljarafe

Punto de gran importanciapor su carácter et-nográfico y religioso, el Vado de Quema es un paso natural del cauce del río Guadiamar. En este tramo delPaisaje Protegido Corredor Verde, situado en Aznalcázar,destaca el bosque de ribera compuesto por álamo blan-co y fresno, con aves que deambulan por el agua o susinmediaciones, como la garza real, el pato real, la po-lluela o la focha común, en verano se ven también ca-rriceros, abejarucos y golondrinas, que en invierno sesustituye por algún que otro cormorán.

La mayor parte de las hermandades rocieras que hacesu peregrinación por los caminos del Aljarafe franqueael río Guadiamar por el Vado del Quema en Aznalcázar.

Cruzan los Simpecados, los caballistas, los peregrinosa pie, y las carretas y los carros tirados por bestias queacompañan a la carreta de Simpecado, mientras quelos vehículos de tracción mecánica son desviados porun puente situado a pocos metros de este vado.

En este punto, el propio vado, se produce el ritual del bautismo de los romeros que llegan con sus hermandades por primera vez a este paso.

Parece ser que el nombre proviene del próximo Cortijo de Quema, que era el lugar donde se quemaban los almajos que se segaban de las marismas cercanas para obtener cenizas, que luego se empleaba para confeccionar jabón.

En las proximidades del Corredor se pueden observar milanos, aguiluchos y cernícalos, aves acuáticas como garzas, garcillas cangrejeras, cigüeñas, fochas, calamones y patos.

Desde aquí podemos llegar a Villamanrique a través del Chaparral, pinar adehesado con quercinas, con una importante fauna asociada, destacando las rapaces y los carnívoros debido a la alta presencia de conejos.

Si nos dirigimos hacia los pinares de Aznalcázar, a la altura del Cortijo del Quema, encontramos un camino que nos lleva a la Dehesa de Tornero, y si seguimos avanzando llegaremos al área recreativa de Cherena, en pleno corazón de dichos pinares de Aznalcázar. Desde este punto se puede conectar con la Ruta de los Pinares.

La Dehesa del Tornero es una zona húmeda que en época lluviosa, se encharca. Lugar de nidificación y refu- gio para multitud de aves, es posible aún observar el escaso y emblemático lince ibérico. Hay presencia de ganado extensivo.

Si vamos dirección sur, llegaremos primero a la Dehesa de Bancos, dedicada a la explotación ganadera de va- cuno y yeguar de manera extensiva.

Una vez cruzadas las marismas de la Dehesa de Banco y de la Dehesa de Pilas, nos adentramos en la Marisma Gallega, muy transformada con fines agrícolas, que drena a una serie de canales, que son muy interesantes desde el punto de vista ornitológico.