Iglesia Nuestra Sra. de Consolación, la "Catedral del Aljarafe"

Umbrete

La iglesia de Ntra. Sra. de Consolación, patrona de Umbrete, es uno de los mejores exponentes de la arquitectura sevillana correspondiente al estilo que se ha dado en llamar “barroco popular”, en contraposición al “barroco culto” que fue cultivado por los principales artífices andaluces durante el siglo XVII.

Su diseño se debe al arquitecto y maestro mayor Diego Antonio Díaz, quien concibió un templo de dimensiones desusadas para la época y el lugar; su planta de salón, con una sola nave, capillas laterales con tribunas y un amplio crucero, se inspira en el modelo de iglesia jesuítica creado por Vignola.

Las torres y su interior

Posee una alta torre campanario adosada a la planta en su ángulo noroccidental, y otra más pequeña al lado meridional de la fachada principal, llamada “del reloj”, mientras que el crucero se cubre con una gran cúpula de media naranja sobre pechinas.

En su interior destaca un magnífico conjunto de retablos ejecutados en madera dorada por Felipe Fernández del Castillo entre 1733 y 1740, entre los que sobresale el gran retablo mayor, cuyo diseño se debe al insigne escultor Pedro Duque Cornejo.

En la calle central sobresalen el Sagrario, la Virgen de Consolacion que da nombre al templo, San Miguel y el relieve de al Asunción. Finalmente, y como obras pictoricas, destacan lienzos de Domingo Martinez, como son los retratos del Arzobispo Luis Salcedo y Azcona, de Santa Barbara, y de San Juan Bautista.

Es tal la importancia de esta Iglesia, tanto por su majestuosidad como por su riqueza, que muchos la llaman la "Catedral del Aljarafe".

Si quieres visitarla, podrás hacerlo a través de la Oficina de Turismo de Umbrete (tlf. 955 717 412)

Un magnífico conjunto monumental

El arzobispo Luis de Salcedo y Azcona mandó construir en 1725 una nueva iglesia de grandes proporciones que iba a sustituir la primitiva iglesia del municipio.

Concluyeron las obras de la misma en 1733 y ese mismo año el maestro de obras del arzobispado recibió el encargo de construir un mesón en la plaza contigua al templo, que también se conserva, y sobre todo de diseñar un Arco que comunicase la Iglesia con el viejo palacio que se hallaba situado al norte de la misma, el cual sería reformado y ampliado por el mismo arquitecto a partir de 1735. Todos estos elementos: la Iglesia, el Arco y el Palacio Arzobispal, hacen un espléndido conjunto monumental en el casco histórico de este bello municipio.

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