Vistas caballeras
Si crees que ya conoces el Aljarafe, fíjate bien. A 3 metros de altura sobre el suelo, sentado cómodamente sobre tu silla de montar, todo lo que creías conocer se presenta de otra manera, ¿verdad?
El Aljarafe, un paisaje para vistas caballeras, un país de paseos a caballo.
Las distancias se acortan, las posibilidades se alargan, y nuestra percepción del mundo cambia.
Navegar a lomos de nuestra montura a través de un bosque de millones de troncos, bajo las globosas copas de los pinos, sobre las mullidas arenas, mientras el sonido amortiguado de los cascos se mezcla con el canto de las aves, o el silbido de la brisa entre las ramas. El Aljarafe a vista caballera.
Estás en Villamanrique de la Condesa. Según hayas elegido paseo de mañana o de tarde, podrás parar a desayunar o a almorzar en cualquiera de las casas de comida del pueblo. Desde bien temprano Batato´s, Doñana, Dehesa Boyal o Mesón de Gato, están abiertos con el pan y el café recién hechos y prestos a recibir los gustos de cada cual.
El Complejo Turístico Natural y Ecuestre Paraíso de Doñana se halla a media hora de camino a pie desde Villamanrique. Si has quedado allí puedes ir en coche, acercarte andando, teniendo en cuenta que la vuelta será igual, o intentar quedar por ejemplo a medio camino, en la Dehesa Boyal, mientras desayunas o terminas de almorzar.
Una vez has montado te espera un paseo inolvidable sobre suaves arenas, bajo pobladas copas, y entre aires limpios, plenos de sonidos y murmullos naturales: los bosques de la Dehesa Boyal, La Juncosilla y El Chaparral, las frescas de la Laguna de San Lázaro o el Arroyo de Gato, y lugares icónicos como el Vado del Quema o el Palacio del Rey te están esperando en silencio.