El Monumento Iglesia de Ntra. Sra. de Belén.

Patrimonio Monumental del Aljarafe en Gines.

Situada en la Plaza de España, la Parroquia de Nuestra Señora de Belén es un edificio mudéjar tardío (siglo XVI), construido sobre otro anterior y reformado en el Renacimiento (siglo XVII).

Se compone de tres naves separadas por columnas dóricas que sostienen arcos de medio punto, dándole el crucero la forma de cruz latina. La nave central estaba cubierta por una artesa de cielo raso y las dos laterales con faldones de madera. Su techumbre fue sustituida totalmente por vigas y una tablazón de madera a mediados del siglo XX.

Destaca el espléndido Retablo Mayor de estilo rococó, presidido por la imagen de Nuestra Señora de Belén, obra anónima de finales del siglo XVI o principios del siglo XVII colocada en la hornacina principal. La talla fue restaurada por Francisco Berlanga de Ávila tras los daños sufridos en el incendio del altar mayor de la Parroquia en 1990.

Dentro del Retablo Mayor, a la derecha y a la izquierda de la Virgen de Belén pueden verse también las imágenes de San Joaquín, San José, Santa Ana y Santa Teresa de Jesús, de trazas barrocas. Corona el retablo en su ático la figura del Padre Eterno.

La colocación del Retablo Mayor fue ordenada por D. Manuel Antonio de la Rosa, cura Beneficiado de Gines el día 2 de Septiembre de 1764, encargando el trabajo a D. Francisco Díaz, maestro tallista de Sevilla, elevándose el costo del mismo a cuatrocientos ducados de Vellón. El dorado del Retablo lo encargó el mencionado cura Beneficiado al artista dorador D. Joaquín Cano, en la cifra de cinco mil reales de vellón. En esta obra colaboraron tanto la propia iglesia, el Conde Baños (por aquellos años señor de Gines), así como distintas Órdenes Religiosas y muchísimos feligreses de Gines y devotos de Sevilla.

En la nave de la derecha, podemos ver al Cristo de la Vera-Cruz, de autor desconocido y del siglo XVI, hecho en pasta y restaurado por Francisco Berlanga de Ávila en 1983 al presentar un cuadro general de deterioro interno y pérdida de policromía. En 1990 se vuelve a restaurar la imagen por el mismo imaginero tras sufrir un grave incendio el altar mayor de la Parroquia donde se encontraban los Titulares de la Hermandad Sacramental.

También en la nave derecha se encuentra la imagen de San Ginés, y en el Sagrario puede verse a la Virgen de los Dolores, imagen de candelero de 1816 obra de Juan de Astorga. A principios de 1990 se encarga la restauración del rostro de la imagen a Francisco Berlanga de Ávila por la aparición de una grieta. Meses más tarde, tras sufrir el aparatoso incendio del Altar Mayor, se encarga la reconstrucción de la imagen a Juan Miñarro.

En la nave de la izquierda, se encuentra las imágenes de Nuestra Señora del Rosario (siglo XVIII), la Virgen del Carmen, y el Corazón de Jesús. En cuanto a sus obras pictóricas, la más destacada es quizá “La Ascensión de Cristo”, fechada en 1725 y obra del gran pintor sevillano Domingo Martínez. Tiene unas dimensiones de 1,75 metros de alto por 1,38 metros de ancho, y se encuentra en la zona izquierda del Altar Mayor de la iglesia. La obra destaca por los llamativos colores que despliega en ella el autor, así como por su tono refinado, elegante, idealizado y algo neomanierista, lo que distancia esta obra de la tradicional escuela murillesca anterior. La dulzura del rostro de Cristo, el atrevimiento del rojo del manto que lo envuelve por arriba, los colores tornasolados del paño del ángel de la izquierda y los multicolores de los angelitos que revolotean al pie del grupo principal, son todos ellos rasgos propios de la labor del artista.

Por otro lado, en la capilla bautismal, que data de 1696, hay una destacable pintura de la Virgen de Belén (de 1702 y perteneciente al círculo de Domingo Martínez). También hay que mencionar un hermosísimo cuadro representando el Entierro de Santa Catalina, atribuido al círculo de Zurbarán (siglo XVII), y un lienzo de la Virgen de Guadalupe (1716) del mexicano Antonio Torre, entre otros. La bella torre de la Parroquia, de 1720 y restaurada por última vez en 2006, preside todo el conjunto de la Plaza de España.

Impacto positivo
Paquetes turísticos por el desarrollo del Aljarafe
Impacto social y de género

La difusión de los recursos turísticos y la comercialización de estos paquetes, tendrán un impacto positivo sobre el empleo local, ya que todas las empresas participantes son locales.

Habrá un impacto positivo notable sobre el sector femenino, ya que los servicios de guías se realizarán, casi en su totalidad, por empresas integradas por mujeres, mejorando su empoderamiento y papel en la economía local.

Impacto económico

Habrá un impacto positivo en la economía de los municipios del Aljarafe, ya que todos los servicios relacionados con los paquetes turísticos: trasporte, alojamiento, guías turísticos, visitas a lugares, restaurantes, etc., serán prestados por empresas locales, afincadas en el Aljarafe.

El aumento de facturación de estas empresas y junto con la presencia de turistas que consuman otros productos típicos durante sus visitas, generará una dinámica positiva que beneficiará a todo el tejido empresarial.

Impacto ambiental

Para la medición de impactos, se han tenido en cuenta indicadores ambientales como la Huella de Carbono, gestión ambiental de establecimientos, etc.

Las empresas de transporte miden sus emisiones de CO2 e introducen medidas para disminuirlas.

Los menús están confeccionados a partir de productos de temporada de la zona.

Los hoteles participantes, se comprometen a medir sus impactos ambientales y controlarlos a través de la implantación de ISO 14001 y Huella de Carbono.