La Ciudad Romana de Itálica

Santiponce

Itálica, su historia y sus características

Itálica: vista aérea de del anfiteatro
Vista aérea de del anfiteatro

Este espacio fue fundado por Publio Cornelio Escipión, “El Africano” en al año 206 a.c y, en un principio, fue concebida como hospital de campaña para los heridos de guerra. Sin embargo la ciudad creció rápidamente adquiriendo una importancia considerable.

Una vez que estés a las puertas de la Ciudad, se puede organizar la visita en tres partes: el Teatro, el Anfiteatro y la llamada Nova Urbs.

El Anfiteatro, con capacidad para unas 25.000 personas, es de los mayores del imperio romano. En el centro podremos ver una fosa que se empleaba como zona de servicio para los gladiadores y las fieras.
Agudizando la imaginación será fácil percibir la sensación de las excitantes tardes romanas en las que la muerte era un espectáculo fascinante.

El Teatro también merece la atención del visitante. Su historia es muy curiosa ya que comenzó albergando un templo en honor a Isis y después se convirtió en foro público pero fue destruido durante las invasiones bárbaras.
En la Edad Media fue utilizado como cementerio y más adelante con usos ganaderos. Sin embargo, el traslado de la villa de Santiponce a las colinas donde se hallaba la vieja Itálica, hace que quede oculto bajo el caserío. No es hasta fechas muy recientes (1970) que el teatro sale a luz.
Actualmente, tras la reconstrucción de las gradas, el teatro ha vuelto a utilizarse.

Itálica: recreación Recreación

Para finalizar nuestra visita, no podremos perdernos las sensaciones que nos reportará la Nova Urb, llamada Colonia Aelia Augusta.
A lo largo de una superficie de cuarenta hectáreas podemos encontrar una serie de viviendas (Casa de Neptuno, Casa del Patio Rodio, Casa de Hylas, Casa de los Pájaros y la Casa del Planetario), un colegio ( ell Collegium de la Exedra) y, por supuesto, las termas o baños públicos.
Es uno de los espacios más atractivos del conjunto monumental que nos permitirá disfrutar de la que fuera la zona más privada e íntima de la ciudad.

Visitar unas ruinas romanas en cualquier zona del mundo es mucho más que viajar unos cuantos kilómetros. Para el viajero inteligente es un autentico viaje a través de la historia y del tiempo que, sin duda, merecerá la pena.

Viajamos hacia el mundo romano

Itálica: vista de del teatro
Vista de del teatro

Nos encontramos en las ruinas de Itálica, situadas en la localidad sevillana de Santiponce. Un rápido vistazo del viajero basta para comprobar la riqueza histórica de esta ciudad.

Desde la antigüedad, la civilización romana y su estilo de vida, ha enamorado a un número amplísimo de historiadores que han hecho referencia, en sus obras, a este mundo mágico y misterioso. Una pasión que ha suscitado el interés del viajero de a pie que, consciente de la magnitud histórica de este imperio, ha buscado convertirse en testigo directo de su legado arqueológico.

Itálica ofrece esta oportunidad al visitante. Con Sevilla y el valle del Guadalquivir de telón de fondo y ante semejante obra de arte es fácil cerrar los ojos durante la visita e imaginar una metrópoli moderna, llena de vida, ruidosa y animada.

Podemos imaginar que estamos en el año 117 y llegaremos justo durante las fiestas que se celebran con motivo de la coronación del Emperador Adriano. Las fietas son de auténtico alucine. Y ¡no es para menos!, Adriano nació aquí, en Itálica,y vivió aquí siendo un niño y ahora le han coronado como

EMPERADOR DE ROMA. ¡¡NADA MENOS!!

¿No harías tú una buena fiesta en tu ciudad si un paisano se convirtiese en el hombre más poderoso del mundo?

Como visitantes vamos a tener que emplearnos a fondo para entender lo que pasa aquí. Desconocemos sus costumbres, su forma de vivir y su forma de divertirse.

Descubrir la Ciudad de Itálica

Si quieres visitar Itálica puedes ponerte en contacto a través de la Oficina de Turismo de Santiponce:
C/ La Feria, s/n.
Teléfono: 955 998 028

 

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