Corredor Verde del Guadiamar

Información sobre el trazado

Corredor Verde del Guadiamar 2

Descripción del trazado: Itinerario dividido en cuatro partes, a través de paisajes de ribera, agrícolas, de marismas y dehesas. Cerca de 67 Km. que discurren a lo largo de los tramos medio y bajo del río Guadiamar.

Recomendado para: Bicicleta y caballo. Se pueden realizar recorridos parciales a pie o acceder a las poblaciones cercanas, donde hay un interesante patrimonio cultural. Es practicable casi todo el año, salvo en las épocas de grandes crecidas del río, debido a las inundaciones del terreno. Por la zona de Entremuros se debe circular con precaución, sobre todo cuando el terreno está inundado. 

Cómo llegar: Empiece el itinerario en la carretera que une Gerena con Aznalcóllar (A 477), a la altura del kilómetro 13.

Inicio del sendero

Corredor Verde del Guadiamar 1

PRIMER TRAMO

El itinerario comienza en la carretera que une Gerena con Aznalcóllar (A 477), a la altura del kilómetro 13. Aquí se distingue, a la izquierda, la entrada al camino de uso público del Corredor. Se debe tomar este acceso, aunque también se puede continuar algo hacia el norte, por el camino de la derecha, para ver las cortas mineras y algunas de las dehesas de Aznalcóllar. Este primer tramo tiene una longitud de unos 15 Km., y llega hasta el puente de la Cuesta de las Doblas, en la N-431 a la altura de Sanlúcar la Mayor.

Puesto que una de las riquezas del lugar estaba en sus recursos metalúrgicos de plomo, plata y zinc, un potencial que el ser humano ha venido aprovechando desde hace más de 4.000 años, en este lugar se puede ver una gran escombrera. Es un cerro artificial escalonado formado por los materiales no aprovechables de la corta minera, hondonada hecha en la tierra para extraer el mineral a cielo abierto. También se pueden observar parte de las instalaciones en las que se procesaba el mineral hasta que la mina dejó de funcionar. Desde este complejo se llevaban los residuos a la balsa, que es el montículo aplanado y alargado que se puede ver más adelante. En él se originó un importante vertido al liberarse su contenido tóxico al río Agrio, afluente del río Guadiamar, con el que se une 5 Km. más abajo.

La cuenca del Guadiamar es un territorio profundamente transformado por la mano humana, encontrándose paisajes agrarios que así lo atestiguan. Con sus luminosos matices del verde, ocres y amarillos, los cultivos de secano y olivares junto a dehesas de encinas acompañan los inicios del recorrido.

Transcurridos unos 9 Km. del inicio, la cornisa del Aljarafe se une por la izquierda del río. Precisamente en este lugar se puede aproximar con cuidado a una antigua gravera, ocupada ahora por eneas, cañas y juncos, y que se ha convertido en una zona frecuentada por las aves. Aún hoy es posible descubrir la maquinaria abandonada de la explotación. Al llegar a la altura del llamado paso del Vicario se pueden distinguir los dos primeros pueblos de la comarca del Aljarafe desde el norte: Albaida del Aljarafe y Olivares. Se puede acceder a ellos por los caminos habilitados. Cruzar en este punto a la margen izquierda del río, que conduce al puente de Las Doblas. En este lugar se ha creado una laguna artificial, alrededor de la cual se puede pasear y observar diversas aves. Desde aquí, se puede acceder a Sanlúcar la Mayor por el camino de la Dehesa.

SEGUNDO TRAMO

La segunda parte del itinerario comprende 12 Km. y se extiende por ambos márgenes del río, desde el puente de Las Doblas hasta el puente sobre el Guadiamar de la carretera A-474, entre Aznalcázar y Pilas. En este tramo el bosque de ribera es bastante más denso. Además de su valor estético, estos bosques albergan una gran diversidad biológica y juegan un papel muy importante en las reservas de agua. Podrá descubrir aquí a aves como el carricero, azulón, gallineta, o incluso también galápagos.

Los agujeros que reibetean los taludes del río son los refugios de los bulliciosos abejarucos. En primavera y verano ofrecen con sus vuelos un iridiscente espectáculo .También es posible ver milanos negros procedentes de los pinares de Aznalcázar-Puebla del Río. A partir de la autovía el espacio se abre en una extensa llanura de inundación, donde, además del cauce principal, el río presenta varios cauces alternativos. Unos kilómetros más abajo el camino se pasa bajo la vía del tren de Huelva a Sevilla. En el punto donde finaliza este segundo tramo se encuentran varios equipamientos: el Centro de Visitantes del Guadiamar, el Jardín Botánico y el Área Recreativa de Buitrago. Durante este recorrido también se puede llegar desde el camino del Corredor a: Benacazón, Huévar del Aljarafe y Aznalcázar.

El final del recorrido

TERCER TRAMO

A partir de Buitrago se propone el tercer tramo. Tiene unos 19 Km. y llega al Vado del Quema. Antes de iniciarlo se deberá dejar el camino por el que se venía, cruzar la carretera de Aznalcázar a Pilas en dirección al primero y coger un camino paralelo al río, justo antes de llegar al puente. En este trayecto es donde más marcadamente se percibe el paso a la marisma. La Cornisa del Aljarafe va desapareciendo paulatinamente, el río se vuelve más sinuoso y pasará gradualmente de un paisaje de ribera con grandes álamos y olmos, a los tarajales y las plantas marismeñas. El entorno cambia desde los cultivos del Aljarafe a los pinares y dehesas sobre arenas en el borde de las marismas.

Procedente de los vecinos pinares es muy probable que el milano negro vuelva a aparecer. Pero también las cigüeñas blancas, que se instalan en el acebuchal de la Dehesa de Abajo cercano a las marismas, además de las aves acuáticas por la proximidad de los paisajes de marismas. Al final de este tramo se llega al Vado del Quema, a unos 8 Km. de Buitrago. Está situado en un cruce de vías pecuarias, y es, sin duda, el rincón más popular del río Guadiamar. Un lugar de paso obligado en la peregrinación que cada año cobra más adeptos, la Romería del Rocío. Desde este trozo del camino se puede continuar a las poblaciones de Pilas o Villamanrique de la Condesa.

ÚLTIMO RECORRIDO

Sobre el muro derecho que sirve de encauzamiento del Guadiamar en su último recorrido, discurre el último tramo del Corredor Verde hasta conectar con el Parque Natural de Doñana, justo en la unión con el Arroyo de la Cigüeña. Para conocer mejor el Guadiamar marismeño se propone continuar hasta el final de Entremuros. Allí se encuentran paisajes de marismas naturales entre marismas desecadas y cultivadas, en las que predomina el arrozal. Dependiendo de la estación, se pueden observar ánsares, garzas reales, imperiales, espátulas, flamencos, pagazas, aguiluchos laguneros, calamones o fumareles. Entre encharcados cultivos de arroz, castañuelas y bayuncos, tapizando el Brazo de la Torre, antiguo cauce del Guadalquivir, finalizará el itinerario. Justo en el Lucio del Cangrejo, uno de los rincones de mayor riqueza en aves de Doñana junto al límite del Parque Nacional.

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