“Se oye la luz que rompe el pinar.
Lágrima de escarcha, laguna de vida.
Resuelve el misterio de encontrar el mar.
Destapa el sentido de naturaleza viva”.

Misteriosa mensajera del ayer, el agua forma parte de la vida y es una fuente de riqueza y bienestar incuestionable. Pero también es un elemento primordial en la caracterización de su ecosistema.
El agua escribe la historia de las tierras que riega, los ríos y arroyos del Aljarafe modelan sus paisajes, llenando de biodiversidad sus territorios y facilitando los asentamientos humanos.

En la época romana se construyeron dos acueductos, uno en el siglo I, que cogía agua de la parte alta Guadiamar y atravesando el aljarafe llegaba hasta Itálica donde era embalsada en el “Castellum Aqua” especie de construcción para almacenarla, desde donde se repartía a toda la ciudad.
Posteriormente, en el siglo II, se construyó otro acueducto que también, tomando agua del Río Guadiamar discurría transversalmente la comarca llevando el preciado líquido hasta los límites de la provincia de Huelva, en concreto en Tejada.

En el Aljarafe encontramos hermosas expresiones del agua, a través del gran río de Andalucía, el Guadalquivir, a su paso por los municipios ribereños de nuestra comarca; y afluentes como el Río Guadiamar, con un gran corredor verde a lo largo de su recorrido por municipios del Aljarafe y con gran notoriedad a su paso por el Vado del Quema en Aznalcázar, donde hacen su peregrinar los romeros con destino a la ermita del Rocío; así como el arroyo Riopudio que se convertirá en el Corredor Verde del Aljarafe; y marismas del Guadiamar en las puertas de Doñana.
La vida se sustenta sobre el agua y la luz y el Aljarafe está pleno de estos dos elementos.

Conoce lo que el agua ofrece, crea … y disfruta de ella en el Aljarafe.