Río Guadalquivir.

Ruta Natural y Ocio en el Aljarafe.

El Guadalquivir es un elemento vertebrador, referencial y simbólico de Andalucía. Casi todas las aguas que recoge proceden de la Comunidad Autónoma, y junto a él se ha desarrollado gran parte de la historia y la cultura andaluza. Conocido como Tartessos o Betis  ha sido con su nombre árabe, Wadi al-Kabir (Río Grande), como ha llegado hasta nosotros.

Nace en Sierra de Cazorla, discurre entre Sierra Morena y las cordilleras Béticas conformando un extenso y fértil valle, para finalizar su camino, adquiriendo forma de marismas, en el Océano Atlántico.

El río Guadalquivir es navegable desde la desembocadura en Sanlúcar de Barrameda, frente a las arenas del Coto de Doñana, hasta la ciudad de Sevilla. La parte que forma parte de nuestro territorio es la ZEC Bajo Guadalquivir, que es la ZEC (Zona Especial de Conservación) más extensa, con unas 4.772 Ha pertenecientes en su mayor parte a la provincia de Sevilla, salvo al final de su recorrido que hace de linde entre las provincias de Cádiz y Huelva.

LAS CORTAS

Para facilitar su navegabilidad, evitar inundaciones y la agricultura, el río ha sufrido a lo largo de la historia distintos cambios de trazados, que se han determinados mediantes las llamadas cortas del río.

Durante las obras de transformación del Guadalquivir se realizaron cortas que originaron dos pequeñas islas, La Isleta y Los Olivillos, separadas unos tres kilómetros,rodeadas por el antiguo y nuevo cauce del río. Estas cortas eliminaban los meandros del río.

Se localizan en el término de Puebla del Río, formando parte de las conocidas islas del tramo bajo del Guadalquivir. Están catalogadas como PAISAJE SOBRE SALIENTE en el Catálogo de Espacios y Bienes Protegidos de la Provincia de Sevilla. Las islas se inundan parcialmente por acción de las mareas y son enclaves protegidos y tranquilos, convirtiéndose así en lugares idóneos para la nidificación de una gran variedad de aves acuáticas, como garzas reales e imperiales, garcetas, martinetes, fochas, cigüeñuelas y avocetas. En invierno es posible observar bandos de flamenco.

LOS ANTIGUOS BRAZOS DEL RÍO

El Brazo de la Torre era uno de los tres grandes brazos que conformaban el río Guadalquivir, también llamado del Noroeste, estaba acompañado por otros dos brazos principales, los del Este y de Enmedio, siendo éste último el cauce actual y único del río, después de que ocho cortas sucesivas hayan transformado el antiguo cauce, muy ramificado y sinuoso, en otro más recto y de menor extensión. El Brazo de la Torre fue aislado del Guadalquivir en 1816, mediante la corta Fernandina, pasando a recibir desde ese momento sólo los aportes del Guadiamar.

El Brazo de los Jerónimos, junto al pueblo de Isla Mayor quedó separado del río Guadalquivir como consecuencia de una de las ocho cortas que sufrió el mismo a lo largo de su historia, entre 1795 y 1982. Las obras de esta corta de los Jerónimos se iniciaron en 1860 para facilitar la navegación de los barcos por el Guadalquivir y reducir la distancia de Sevilla a la desembocadura del río. Como consecuencia de las obras, finalizadas en 1888 después de unos años suspendidas, una porción de tierra quedó aislada entre los cauces antiguo y nuevo. Esta zona, recibe el nombre de Isla Mínima, pertenece al término municipal de La Puebla del Río.

IMPORTANCIA ECOLÓGICA

Las riberas son una parte esencial de los ecosistemas fluviales. Representan una zona de transición entre el medio acuático y el medio terrestre, recibiendo la influencia de ambos ambientes, hace que albergue una gran biodiversidad, e incluso que se creen condiciones particulares donde habitan exclusivamente determinadas especies.

Los bosques-galería y sotos ribereños que acompañan a ríos y arroyos constituyen ecosistemas privilegiados, auténticos refugios para la fauna y la vegetación. La conectividad ecológica es una de las funciones más importantes de los ríos y concentran gran número de procesos ecológicos

¿SABÍAS QUÉ...?

Hasta hace no muchos años se pescaba aquí el esturión, del que se comercializaba el apreciado caviar, situándose el Coria del Río una importante industria pesquera vinculada al esturión.

PASEANDO POR EL MARGEN

El río Guadalquivir atraviesa el municipio de Santiponce en la parte más oriental del término, con un recorrido de algo menos de 2 km, rodeado de álamos blancos. El río Guadalquivir discurre durante 4 km, de norte a sur, por el municipio de Gelves, situado el casco urbano y el puerto deportivo, con algunas zonas de arbolado, en la margen derecha del río.

En la margen izquierda encontramos eucalipto como especie predo-minante en zonas con vegetación arbórea más o menos densa. A su paso por Palomares del Río, el río conserva zonas de vegetación arbórea de ribera, rodeada de parcelas de cultivo. La Dehesa de la Atalaya es un espacio de propiedad municipal situado en la margen izquierda del río Guadalquivir, al este del término de Coria del Río.

Dentro de esta dehesa se distinguen dos zonas con características diferentes: acebuchal y pinar. El acebuchal tiene un elevado valor ecológico y paisajístico, ya que se puede considerar como un reducto de la primitiva vegetación autóctona. En esta zona además podemos encontrar alguna encina, lentisco, mirto, coscoja, retama, aulaga, etc.

Junto a la Dehesa de la Atalaya se encuentra la finca privada “La Cascajera”, formada por un acebuchal maduro con abundante matorral, que supone un importante reducto de vegetación natural.

Dentro de las marismas hay que destacar el paraje llamado El Sotillo, formado por un antiguo meandro del río Guadalquivir, que quedó aislado tras una de las cortas a las que ha sido sometido a lo largo de su historia, y destaca por ser de las pocas zonas del municipio que cuentan con vegetación de ribera, tanto arbórea como arbustiva.

Uno de las actividades más satisfactoria que puede tener el visitante es el paso del río en la barca de Coria, acción cotidiana de muchos vecinos de Coria y pueblos colindantes para acceder al margen izquierdo del río. En cuanto a la fauna, existe una amplia población de aves que anidan en la zona, buscan resguardo y se alimentan en los arrozales próximos.

 

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